El acoso escolar es la intimidación y el maltrato entre escolares de forma repetida y mantenida en el tiempo, casi siempre lejos de la mirada de personas adultas, con la intención de humillar y someter abusivamente a una persona indefensa por parte de una persona acosadora o de un grupo mediante agresiones físicas, verbales y sociales con la consecuencia de temor psicológico y rechazo grupal.
En el caso de los programas antibullying, tienen como fin lograr la conciencia en los alumnos de compartir el bienestar común, que todos puedan ir a la escuela sintiendo que pueden estar seguros dentro de ella.
Los directores de Instituciones educativas, tienen que diseñar, conjuntamente con sus docentes, cuáles son los programas antibullying más adecuados en cada centro educativo de acuerdo a sus necesidades. Si se quiere un ambiente escolar pacífico, todos y cada una de las partes implicadas, tiene que hacerse responsable de conseguirlo.
Este Modelo integra las "BUENAS PRÁCTICAS" recomendadas por el Ministerio de Educación y Generalitat de Catalunya, dentro del Plan de Convivencia que es la herramienta básica de la prevención del acoso escolar.
Las Administraciones Públicas potenciarán los planes basados en criterios científicos; habrá un manual de atención a las víctimas y guías para padres y profesores, campañas de sensibilización y una aplicación informática.
El plan será evaluado dos veces: una a finales de 2018 o principios de 2019 y otra en 2020.
La responsabilidad que tienen las Instituciones Educativas de mantener seguros a sus alumnos tanto física como emocionalmente mientras están bajo su responsabilidad (horario escolar), es hoy un tema de suma importancia.
Una Institución Educativa debe de velar por sus alumnos, su personal, y su entorno social, por lo que es muy importante, formar a sus profesionales en sistemas de gestión que puedan prevenir situaciones no deseadas, y en el caso de que surjan, poder gestionarlas con eficacia, discreción y rapidez.