ISO 22.317
La primera versión de la ISO 22317 salió publicada en el 2015 con la finalidad de poder orientar a las organizaciones a realizar un Análisis de Impacto de Negocio o BIA por sus siglas en inglés. El BIA sirve para determinar los riesgos que podrían causar una interrupción en las operaciones de un negocio. Este documento forma parte del plan de continuidad de un negocio. Esta normativa, además, sirve para ampliar la ISO 22301 e ISO 22300, ambas enfocadas en gestión de continuidad de negocio.
La ISO 22317:2021 Seguridad y resiliencia – Sistemas de Gestión de Continuidad de Negocio – Directrices para el análisis de impacto empresarial (BIA) proporciona una serie de pautas a la empresa para implementar y mantener su BIA. Gracias a este estándar, las compañías podrán desarrollar las acciones necesarias para estar al día con la documentación y adecuarán el proceso a las propias necesidades. Cualquier organización, independientemente de su sector, naturaleza o tamaño puede aplicar la ISO 22317. La norma puede descargarse desde la propia web de ISO, aunque no es gratuita.
Nueva revisión y actualización de la ISO 22317
La normativa se ha actualizado para poder adaptarse a las necesidades reales de los negocios. Asimismo, otro de los objetivos de la actualización es alinearse con la ISO 22301:2019. Todo el proceso de revisión ha durado casi dos años, iniciándose en julio del 2019 y finalizándose en el 2021. Las modificaciones se han realizado mediante propuestas e ideas procedentes de comités organizados en varios países con el fin de crear un estándar global.
Las principales diferencias que se encontrarán en la nueva versión de este estándar son las siguientes:
Mejora de la descripción del proceso de BIA en una empresa.
Diferenciación más precisa respecto al BIA y al proceso de elaboración de este.
Nuevo anexo con ejemplos para llevar a cabo un Análisis de Impacto de Negocio.
Mejora del anexo sobre métodos de recopilación de información para ejecutar un BIA en la organización.
La norma ISO 22317 detalla cómo implementar un BIA, proporcionando contenido organizativo y técnico detallado, así como una estructura metodológica para evaluar los impactos a lo largo del tiempo. Esto sirve como justificación de los requerimientos para la continuidad del negocio, incluyendo aspectos como el tiempo y los recursos necesarios para recuperarse de una interrupción.
En su esencia, la ISO 22317 capacita a las organizaciones para identificar, evaluar y gestionar de manera proactiva las diversas ramificaciones y consecuencias potenciales derivadas de eventos disruptivos. Al abordar este análisis de manera metódica, las empresas pueden optimizar su capacidad de respuesta, mitigando los riesgos operativos y garantizando, en última instancia, la continuidad de sus operaciones.
Este enfoque estratégico no solo se traduce en una mayor capacidad de recuperación ante situaciones adversas, sino que también fortalece la posición competitiva de las organizaciones al posicionarlas como entidades proactivas y preparadas para enfrentar los desafíos del entorno empresarial contemporáneo.
Además de proporcionar directrices claras para la ejecución del BIA, la ISO 22317 fomenta la adopción de mejores prácticas y promueve la alineación de la gestión de la continuidad del negocio con los objetivos estratégicos de la organización.
Este enfoque integrado no solo garantiza la coherencia en la aplicación de medidas preventivas y correctivas, sino que también optimiza la asignación de recursos, permitiendo a las empresas adaptarse de manera efectiva a la complejidad de su entorno operativo.
En resumen, la ISO 22317 es una guía fundamental para las organizaciones que buscan predecir y mitigar las consecuencias de posibles interrupciones en sus operaciones comerciales.
El Análisis del Impacto en el Negocio (BIA) es crucial por varias razones en el contexto de la ciberseguridad y la continuidad del negocio:
1. Identificación de procesos y actividades críticas: El BIA ayuda a identificar y priorizar los procesos y sistemas esenciales para las operaciones del negocio. Esto es vital para entender qué recursos son críticos y deben ser protegidos en primer lugar para mantener la operatividad durante y después de un incidente de seguridad.
2. Evaluación del Impacto Financiero y Operativo: Mediante el BIA, se evalúa el impacto financiero y operativo que puede tener una interrupción en estos procesos críticos. Esto incluye la pérdida de ingresos, el costo de recuperación, y el impacto en la reputación de la empresa.
3. Establecimiento de Objetivos de Nivel de Servicio: El BIA contribuye a definir los Objetivos de Tiempo de Recuperación (RTO) y los Objetivos de Punto de Recuperación (RPO), esenciales para el desarrollo de estrategias de continuidad del negocio y planes de recuperación ante desastres.
4. Cumplimiento normativo y legal: Muchas regulaciones y estándares, como ISO 27001, sobre todo la versión ISO 27001:2022 requieren que las organizaciones realicen un BIA como parte de su programa de gestión de la continuidad del negocio y ciberseguridad, asegurando que la empresa cumpla con sus obligaciones legales y normativas.
5. Mejora de la resiliencia organizativa: Al entender mejor las consecuencias de una interrupción en los procesos críticos, las organizaciones pueden mejorar su capacidad para resistir y recuperarse de incidentes, aumentando su resiliencia ante amenazas cibernéticas y otros riesgos.
6. Planificación estratégica y de inversiones: El BIA proporciona información valiosa para la toma de decisiones estratégicas, especialmente en lo que respecta a la asignación de recursos y la inversión en seguridad de la información y medidas de continuidad.
7. Comunicación con Stakeholders: El BIA facilita una mejor comunicación con los stakeholders, incluyendo la alta dirección, al proporcionar un análisis claro y cuantificado del impacto potencial de las interrupciones en los negocios, reforzando la importancia de las iniciativas de ciberseguridad y continuidad.
La trascendencia del Análisis de Impacto en el Negocio (BIA), viene marcada por las directrices de la ISO/TS 22317.
La importancia estratégica del BIA se revela también en su capacidad para proporcionar un marco estructurado que guía la toma de decisiones informadas. Al contar con una evaluación detallada de los posibles impactos, las organizaciones están mejor equipadas para desarrollar planes de respuesta efectivos. Este enfoque informado no solo minimiza la interrupción de las operaciones críticas, sino que también optimiza los procesos de recuperación, preservando la integridad del negocio y fortaleciendo la resiliencia organizacional.
En resumen, el Análisis del Impacto en el Negocio es una herramienta vital para cualquier organización que busca proteger sus operaciones críticas, cumplir con regulaciones, mejorar su resiliencia y hacer inversiones estratégicas informadas en el área de ciberseguridad y continuidad del negocio.