ISO 26.000: RESPONSABILIDAD SOCIAL CORPORATIVA
La norma ISO 26000 se creó con el objetivo de integrar la responsabilidad social corporativa en todos los procesos y la cultura empresarial.
El objetivo de ISO 26000 es fortalecer la responsabilidad de las organizaciones por su conducta y acciones en línea con el desarrollo sostenible. Al adoptar los requisitos de este estándar, mejorará la reputación, cultura interna y responsabilidad social de su organización.
La norma ISO 26000 se recomienda a todo tipo de organizaciones, tanto del sector público como privado, independientemente de su tamaño o campo de actividad.
La norma ISO 26000 es un estándar internacional que a diferencia de otras normas ISO, no es certificable, y no contiene requerimientos formales. Es una guía que cada organización considerará de forma voluntaria.
Su objetivo es:
Ofrecer buenas prácticas y recomendaciones.
Facilitar una guía que permita:
Detectar oportunidades de mejora en materia de responsabilidad social corporativa.
Evaluar o medir la responsabilidad social corporativa de las entidades.
Fomentar la responsabilidad social corporativa, teniendo en cuenta a los grupos de interés, de forma que se contribuya al desarrollo ambiental, social y económico sostenible en los productos, servicios o procesos de la entidad.
Esta norma hace referencia también a otros estándares relacionados, como son los GRI Standards, la declaración de Derechos Humanos de las Naciones Unidas o las diferentes guías de la OECD y trata, entre otras, cuestiones relativas a derechos humanos, relaciones de trabajo, medioambiente o la influencia de la entidad en la sociedad.
ISO 26.000
Cabe destacar que propone siete principios fundamentales:
Responsabilidad (accountability).
Comportamiento ético.
Respeto por los intereses de las partes interesadas.
Respeto por el estado de derecho.
Respeto a las normas internacionales de comportamiento.
Respeto a los derechos humanos.
Ventajas de la RSC
Mejor reputación e imagen corporativa. Poner en marcha las estrategias de RSC beneficia la imagen, reputación y credibilidad de la organización. También añade valor a sus actividades, provocando una buena valoración de la marca.
Fidelizar al cliente. La RSC aporta una ventaja competitiva a la empresa, por parte de los clientes que valoran los esfuerzos para ejecutar sus actividades, respetando las normas ambientales, sociales y económicas.
Mejor capacidad de contratación y retención del talento. Las nuevas generaciones buscan sentirse realizados y plenitud en el trabajo. Por eso, prefieren una empresa comprometida con causas sociales o ambientales.
También se busca una conciliación de la vida laboral con la personal más flexible que aporta más motivación, bienestar y crecimiento personal. Todo ésto, estimula a los trabajadores a continuar en la empresa, dónde se sienten a gusto y se les valora por su trabajo.
Prevención de riesgos. La RSC sirve para reducir los riesgos relacionados con las actividades de la empresa. El respecto de las normas de conducta y códigos éticos con la sociedad y el medio ambiente dificulta realizar malas prácticas, perjudiciales para los intereses de la empresa. Éste control más grande minimiza los conflictos y mejora las relaciones con diferentes agentes.
Mejora la productividad. El compromiso más grande de los trabajadores con la empresa genera más productividad, al estar los trabajadores motivados y comprometidos con la compañía y se sienten una parte importante de ella. Ésto afavorece la productividad, y por tanto, la competitividad de la empresa.